La cocina española es rica en sabores y tradiciones, y una de las joyas de la gastronomía es, sin duda, el solomillo de ternera. Esta parte de la carne es conocida por su ternura y su sabor inigualable, pero lo que realmente puede elevar este plato a otro nivel es una buena salsa. En este artículo, te enseñaremos a preparar una deliciosa salsa para acompañar tu solomillo de ternera, siguiendo el estilo del famoso chef Karlos Arguiñano. Esta receta es sencilla, perfecta para cualquier ocasión y seguro que impresionará a tus invitados. A continuación, te detallamos todos los ingredientes y el paso a paso para que puedas disfrutar de este plato en casa.
Ingredientes Necesarios
- 1 solomillo de ternera (aproximadamente 1 kg)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 1 zanahoria
- 1 hoja de laurel
- 200 ml de vino tinto (preferiblemente de buena calidad)
- 200 ml de caldo de carne
- Sal y pimienta al gusto
- 1 cucharadita de azúcar (opcional)
- Perejil fresco para decorar (opcional)
Instrucciones Paso a Paso para la Preparación de la Salsa
Preparar los Ingredientes
Antes de comenzar con la cocción, es importante preparar todos los ingredientes. Lava y pela la zanahoria, y córtala en rodajas finas. Pela y pica finamente la cebolla y los ajos. Esto facilitará el proceso de cocción y asegurará que todos los sabores se integren adecuadamente en la salsa.
Sellar el Solomillo
En una sartén grande, calienta las dos cucharadas de aceite de oliva a fuego medio-alto. Una vez caliente, añade el solomillo de ternera y sella cada lado durante aproximadamente 3-4 minutos, hasta que esté dorado. Este paso es crucial, ya que sellar la carne ayudará a mantener su jugosidad y sabor. Retira el solomillo de la sartén y resérvalo en un plato.
Sofreír las Verduras
En la misma sartén donde sellaste la carne, añade la cebolla, el ajo y la zanahoria. Sofríe a fuego medio durante unos 5-7 minutos, o hasta que las verduras estén tiernas y la cebolla se torne translúcida. Este proceso permitirá que los sabores de las verduras se mezclen y se intensifiquen.
Desglasar la Sartén
Una vez que las verduras estén listas, es el momento de desglasar la sartén. Añade el vino tinto y raspa el fondo de la sartén con una cuchara de madera para liberar los sabores caramelizados que se han quedado pegados. Deja que el vino reduzca a la mitad, lo que tomará unos 5 minutos. Esto no solo aportará un sabor profundo a la salsa, sino que también ayudará a eliminar cualquier residuo de la cocción anterior.
Cocinar la Salsa
Después de que el vino se haya reducido, añade el caldo de carne y la hoja de laurel. Lleva la mezcla a ebullición y luego baja el fuego. Deja que la salsa hierva a fuego lento durante unos 15 minutos. Durante este tiempo, los sabores se concentrarán y se mezclarán perfectamente. Si lo deseas, puedes añadir una cucharadita de azúcar para equilibrar la acidez del vino.
Incorporar el Solomillo
Una vez que la salsa haya cocido, vuelve a colocar el solomillo en la sartén. Asegúrate de que la carne esté cubierta con la salsa. Cocina a fuego lento durante unos 20-25 minutos, dándole la vuelta a la carne a la mitad del tiempo para que se cocine de manera uniforme. La carne debe alcanzar una temperatura interna de 60-65 grados Celsius para un punto jugoso.
Finalizar la Salsa
Cuando el solomillo esté listo, retíralo de la sartén y déjalo reposar durante unos minutos antes de cortarlo. Mientras tanto, puedes colar la salsa si prefieres una textura más suave. Si la salsa está demasiado líquida, puedes dejarla reducir un poco más a fuego lento. Ajusta la sal y la pimienta al gusto antes de servir.
Tiempo de Cocción
El tiempo total de cocción para esta receta es de aproximadamente 1 hora. Esto incluye el tiempo para sellar la carne, sofreír las verduras, cocinar la salsa y dejar que el solomillo se cocine adecuadamente. Es importante no apresurarse en este proceso, ya que cada etapa es esencial para lograr un sabor óptimo.
Consejos Adicionales para una Salsa Perfecta
- Elige bien la carne: Un buen solomillo de ternera es clave. Busca carne de calidad que tenga un buen veteado, lo que asegurará que la carne sea jugosa y sabrosa.
- Personaliza la salsa: Si deseas, puedes añadir otros ingredientes a la salsa, como champiñones, pimientos o incluso un toque de mostaza para darle un sabor diferente.
- Marinar la carne: Para un sabor aún más intenso, considera marinar el solomillo en vino tinto y hierbas durante unas horas antes de cocinarlo.
- Servir con acompañamientos: Esta salsa combina perfectamente con puré de patatas, arroz o verduras asadas. ¡No dudes en experimentar con tus guarniciones favoritas!
Conservación de la Salsa
Si te sobra salsa, puedes conservarla en un recipiente hermético en el refrigerador durante 3-4 días. Para recalentar, simplemente caliéntala en una cacerola a fuego lento, añadiendo un poco de agua o caldo si es necesario para ajustar la consistencia. También puedes congelar la salsa en porciones individuales para usar en futuras comidas. De esta manera, siempre tendrás un acompañamiento delicioso a mano.
¿Puedo usar otro tipo de carne en lugar de solomillo de ternera?
Sí, esta salsa también funciona muy bien con otros cortes de carne como lomo de cerdo o incluso pollo. Solo ajusta el tiempo de cocción según el tipo de carne que utilices.
¿Es necesario colar la salsa?
No es obligatorio, pero colar la salsa puede darle una textura más suave y elegante. Si prefieres una salsa más rústica, puedes dejarla tal cual.
¿Qué tipo de vino tinto debo usar?
Es recomendable utilizar un vino tinto de buena calidad que te gustaría beber. Los vinos más afrutados o con cuerpo funcionan mejor para realzar el sabor de la salsa.
¿Puedo hacer esta receta con antelación?
Sí, puedes preparar la salsa con antelación y recalentarla justo antes de servir. Esto también permite que los sabores se intensifiquen aún más.
¿Qué guarniciones recomiendas para acompañar el solomillo?
El solomillo de ternera con salsa es delicioso acompañado de puré de patatas, arroz blanco, verduras asadas o incluso una ensalada fresca. La elección depende de tus preferencias personales.