Descubre cómo preparar un tartar refrescante y nutritivo que combina la frescura del tomate, la cremosidad del aguacate y la exquisitez de los langostinos. Perfecto para una comida ligera o como aperitivo en una cena especial.
Ingredientes Necesarios
- 300 gramos de langostinos frescos, pelados y limpios
- 2 tomates maduros
- 1 aguacate grande y maduro
- 1 cebolla morada pequeña
- 1 lima (su jugo)
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- Pimienta negra al gusto
- Cilantro fresco picado (opcional, al gusto)
Instrucciones para la Preparación
Preparar los Langostinos
Comienza por hervir agua en una olla grande. Agrega una pizca de sal y, cuando el agua esté en ebullición, añade los langostinos. Cocina durante aproximadamente 2-3 minutos, hasta que estén rosados y cocidos. No los dejes demasiado tiempo para evitar que se vuelvan gomosos. Una vez cocidos, escúrrelos y enfríalos en agua con hielo para detener la cocción. Luego, córtalos en trozos pequeños y resérvalos en un bol.
Preparar los Vegetales
Lava bien los tomates y córtalos en cubos pequeños, retirando las semillas si lo prefieres. Haz lo mismo con el aguacate, asegurándote de no aplastarlo. La idea es que todos los ingredientes tengan un tamaño similar para que cada bocado sea equilibrado. Pica finamente la cebolla morada y añádela al bol con los langostinos, junto con los tomates y el aguacate.
Aliñar el Tartar
En un tazón pequeño, mezcla el jugo de lima, el aceite de oliva, la sal y la pimienta. Este aliño realzará los sabores del tartar. Vierte la mezcla sobre los ingredientes en el bol y mezcla suavemente para no deshacer el aguacate. Si te gusta, añade un poco de cilantro fresco picado para un toque adicional de frescura.
Montar el Tartar
Para presentar el tartar de manera elegante, utiliza un aro de cocina. Coloca el aro en el centro de un plato y rellénalo con la mezcla de langostinos, aguacate, tomate y cebolla. Presiona ligeramente para compactar y retira el aro con cuidado. Puedes decorar el plato con unas hojas de cilantro y un chorrito de aceite de oliva por encima.
Tiempo de Cocción y Conservación
El tiempo total de preparación para este tartar es de aproximadamente 30 minutos. Dado que se utiliza pescado y mariscos frescos, es recomendable consumir el tartar inmediatamente después de prepararlo. Sin embargo, si deseas conservarlo, puedes guardarlo en un recipiente hermético en el refrigerador por un máximo de 24 horas. Es importante evitar la congelación, ya que afectaría la textura de los ingredientes.
Consejos Adicionales
- Selecciona langostinos frescos y de buena calidad, ya que esto marcará la diferencia en el sabor del plato.
- Si no te gusta el aguacate, puedes sustituirlo por mango para un sabor más tropical.
- Experimenta con otros ingredientes como pepino o jalapeño para darle un toque picante.
- Sirve el tartar con tostadas de pan o galletas saladas para un aperitivo delicioso.
¿Puedo hacer este tartar con langostinos congelados?
Sí, puedes utilizar langostinos congelados, pero asegúrate de descongelarlos adecuadamente antes de cocinarlos. Esto se puede hacer dejándolos en el refrigerador durante la noche o sumergiéndolos en agua fría por unos minutos.
¿Es necesario cocinar los langostinos?
Para esta receta, se recomienda cocinarlos para garantizar la seguridad alimentaria. Sin embargo, si utilizas langostinos crudos de calidad sashimi, puedes omitir este paso.
¿Qué otros ingredientes puedo añadir al tartar?
Puedes añadir ingredientes como aguacate, pepino, mango, o incluso un toque de salsa de soja para un sabor diferente. La clave es mantener un equilibrio de sabores y texturas.
¿Este plato es adecuado para una dieta baja en carbohidratos?
Sí, el tartar de tomate, aguacate y langostinos es una opción excelente para quienes siguen una dieta baja en carbohidratos, ya que está lleno de proteínas y grasas saludables.
¿Puedo preparar el tartar con anticipación?
Es mejor preparar el tartar justo antes de servirlo para disfrutar de la frescura de los ingredientes. Sin embargo, puedes picar los ingredientes con antelación y almacenarlos por separado en el refrigerador, mezclándolos solo al momento de servir.